El Banco de Alimentos de Córdoba dejará de recibir 916.000 kilogramos de comida
El FEAD apostará, a partir de 2024, por el uso de tarjetas monedero
Desde la entidad consideran que los beneficiarios podrían llenar un 30% menos la cesta, al tener que adquirir comprar a precio de lineal
Tomado de diario CÓRDOBA
En el Banco de Alimentos Medina Azahara de Córdoba están preocupados, pero se mantienen en una espera prudente. A partir de 2024 -si nada cambia- dejará de recibir un tercio de productos (916 toneladas), debido al cambio del sistema de reparto del FEAD, el fondo europeo de ayuda para los más necesitados. En 2022, la entidad captó un total de 2.910 toneladas de productos.
La Unión Europea está promoviendo una nueva forma de distribuir los alimentos, que cada Estado miembro implantará durante el próximo año. Se basa en un sistema de tarjetas monedero que cada comunidad autónoma gestionará y repartirá entre los beneficiarios para que estos, directamente, compren alimentos en los supermercados.
Aunque, en teoría, esta medida conlleva distintas ventajas, como eliminar la estigmatización de los más necesitados, otorgarles autonomía y facilitar el acceso a productos frescos, desde el Banco de Alimentos de Córdoba consideran que acarreará un problema de eficiencia económica.
Al necesitar más dinero para adquirir los mismos productos, porque se obtienen a precio de lineal, para el beneficiario se encarecerá esa cesta de la compra. Juan José Cas, vicepresidente de Banco de Alimentos Medina Azahara y responsable del área de Captación, cifra en un 25% o un 30% la cantidad de alimentos que podrían dejar de percibir las familias necesitadas con este nuevo sistema.
Nueva organización
La Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal) y Cruz Roja gestionan, hasta el momento, esas aportaciones alimentarias europeas, que se suman a los donativos obtenidos en las campañas de ambas entidades o a través de entidades solidarias. Sin embargo, el cambio en la distribución dejará tanto a los bancos de alimentos como a Cruz Roja sin una importante cantidad de comida.
Por no hablar, como señala Juan José Cas, de todo el trabajo y la preparación que conlleva este cambio, tanto a nivel de infraestructuras como a nivel organizacional. Y, pese a ser partidario de la implantación de un sistema de tarjetas, “siempre que no nos perjudiquemos”, cree que esta iniciativa puede retrasarse por los factores mencionados. Cas ve imposible que lleguen antes de la segunda mitad del año próximo.
Para ellos, dice el vicepresidente, no cambiará nada. Quizás tengan que trabajar más, reconoce, pero “vamos a seguir haciendo lo que estábamos haciendo”. Que no es otra cosa que seguir fomentando la donación y recogiendo mermas diarias de las grandes cadenas comerciales, que suponen una importante aportación para la entidad.