Las entidades sociales se apoyan en distintas empresas para atender a sus usuarios. Una de esas empresas es Mercadona, que entre sus compromisos tiene el de devolver a la sociedad parte de lo que recibe de ella. Por eso, desde hace años la compañía tiene en marcha distintas iniciativas sociales. En Córdoba, la empresa donó 696,28 toneladas de alimentos en 2023 al Banco de Alimentos Medina Azahara y a más de una veintena de entidades con las que colabora diariamente desde sus tiendas. Una cantidad que equivale a más de 11.605 carros de la compra.

Concretamente, Mercadona colabora en la provincia de Córdoba con veintitrés entidades sociales, diez en Córdoba capital y el resto, en la provincia, concretamente en los municipios de Montilla, Cabra, La Carlota, Priego de Córdoba, Puente Genil, Baena, Hinojosa del Duque, Pozoblanco, Peñarroya-Pueblonuevo, Lucena, Palma del Río, Montoro y Rute. Todas las tiendas donan sus excedentes a distintos colectivos, que se encargan de entregarlos a las familias más necesitadas. Antonio Jesús Cuadra, empleado del Mercadona de La Carlota, manifestó a este periódico que «contamos con una carriola en la que nuestros compañeros depositan los productos frescos y en el almacén, los productos secos, y nosotros los llevamos al día siguiente a su destino, supervisando que todo esté en perfectas condiciones para el consumo».

Hace varios días, este periódico fue testigo directo de algunas de las entregas de alimentos a Cáritas de La Carlota. Fernando Alós, coordinador de los alimentos que llegan a esta organización, apunta que «repartimos los martes y los jueves y recogemos alimentos los lunes y los jueves». Respecto a esta labor de Mercadona, aclara que «es una aportación muy buena, sobre todo, para las personas que no quieren hacer uso de las tarjetas para comprar en supermercados y prefieren recoger aquí los alimentos». En Cáritas de La Carlota hay una decena de colaboradores, que realizan el reparto de manera altruista. En este centro se reparten alimentos imprescindibles en la dieta diaria.

Por otro lado, Rafael Romero, coordinador terapéutico del Centro Terapéutico de Proyecto Hombre, comenta que «hay un equipo de profesionales conmigo, como terapeutas, psicólogos, trabajadores y educadores sociales que son los encargados de gestionar el reparto de alimentos a los 37 usuarios -7 mujeres y 30 hombres- que llegan por problemas de adicción». Romero añade que «todo el mantenimiento de la comunidad corre a cargo de los usuarios, que están estructurados en varios sectores».