Julio Sánchez: “Me llena de satisfacción pertenecer al Banco de Alimentos por su labor humanitaria”.
Tanto es su buen hacer que el pasado noviembre fue galardonado con la Espiga de Oro en el Caixaforum en MADRID, por su dedicación y trabajo en el BAH.
Sus estudios los comenzó en parvulario del Santo Ángel, para continuar en el colegio San Casiano hasta hacer el ingreso en el Instituto de la Rábida. Una vez finalizado el bachillerato realizo los ingresos de Facultativos de Mina y Magisterio, que eran las dos únicas carreras superiores que había en Huelva, decantándose finalmente por Magisterio y terminando la misma en 1952.
Aunque estuvo de maestro en la Escuela Unitaria n.º 1 del Punto, finalmente, y tras finalizar el servicio militar en Morón, decidió trabajar en la empresa privada, haciéndolo en las más punteras de la época y siempre ejerciendo puestos de responsabilidad en temas de contabilidad y finanzas.
Entre sus hobbies se encuentra la pintura y, pese a que tiene una pérdida de visión muy importante, sigue disfrutándolo. De hecho, tiene cuadros colgados en el Hospital JRJ en el área de oftalmología donde lo tratan.
Pero, para conocer un poco más su estilo y personalidad y saber cómo es su momento actual, nos pusimos en contacto con él. Y con esa amabilidad que le caracteriza no dudó un momento en ponerse a nuestra disposición, así que vamos al lío ya.
P. Se dice que todo niño sueña con ser algo de mayor ¿cuál era el tuyo?
R. En la época de mi niñez eran momentos muy difíciles y no pensaba en mi futuro a largo plazo, bastante teníamos con la guerra civil, hambre, racionamientos, etc…
R. Procurando estudiar para poder salir adelante, tanto el tiempo que estuve viviendo en Madrid como en Huelva, y echando el rato con mis amigos jugando al futbol, ya le digo que fueron tiempos complicados.
P. ¿Ha cambiado mucho Huelva con respecto a tu infancia? Si es así ¿cuál dirías que ha sido la mayor metamorfosis desde tu punto vista?
R. La gran diversidad industrial y comercial, y sobre todo el gran cambio urbanístico.
P. Por cierto, ¿te quedas con aquella Huelva de antaño con sabor a pueblo o la actual?
R. La Huelva de antaño me encantaba, pues todos nos conocíamos y ciertamente era un ambiente más de pueblo, pero si tengo que elegir me quedo con la de ahora.
P. Siguiendo en clave onubense. Hace menos de un año que Pilar Miranda tomó posesión de la alcaldía. Imagínate por un momento que hubieses sido tú el elegido. ¿Cuál hubiese sido la primera decisión que hubieses tomado y por qué?
R. Creo que se está haciendo todo bien, pero iría a fondo en la comunicación de Huelva. Tanto con Cádiz, pues es la única provincia en España que no tiene comunicación directa, respetando a Doñana; y la comunicación con Sevilla vía tren, que a día de hoy tiene muchísimas carencias. Con eso creo que dejaríamos de estar tan arrinconados.
P. Hablemos de tu vida laboral. Sé que hiciste Magisterio, que era lo que se podía estudiar por aquellos años en Huelva. Pero, sin embargo, te has dedicado a temas contables y financieros en empresas punteras de Huelva, habiendo incluso constituido algunas de ellas. ¿A qué se debió tomar esa decisión?.
R. Recién terminada la carrera tuve un revés con el Delegado de Magisterio, concretamente con 19 años me ofrecieron a ir a una campaña contra el analfabetismo a una aldea. Para ello tenía que ir desde donde me dejaban el tren, en el Buitrón, luego andando aproximadamente 4 kilómetros, localizar un sitio donde acogerme, y entonces creo que no había ni luz. Por todo ello, mi padre, que en aquella época y a mi edad eran quien mandaba, me indicó que no fuera.
Posteriormente, llegué a estar de interino en la Unitaria n.º 1 de Huelva en el Punto, pero al perder plaza, y cómo tenía estudios administrativos y contables, me llamo D. Manuel Marchena para hacer la apertura de una contabilidad de una mina de la provincia de Huelva. Me abonaron 6.000 pesetas por un mes de trabajo, cuando de Maestro había estado ganando 666 pesetas más 300 pesetas de habitación. Esto fue lo que me motivó a dedicarme a la Administración.
P. ¿Cuál fue el mejor consejo que recibiste en tus inicios y de quién?
R. De mi padre, que me decía que trabajara con mucho esfuerzo y la mayor dedicación posible, que lo demás vendría con el tiempo.
P. Por cierto, desde tu jubilación, y ya han pasado 25 años, ejerces como voluntario en el Banco de Alimentos. Cuéntanos tu experiencia y qué te aporta.
R. Al principio estuve en Cáritas y después, en 2006, en el Banco de Alimentos (BAH), cuando se repartía de alimentos poco más de 150.000 kilos por gestión del propio banco y unos 700.000 kilos que se recibía como primer año de la Federación Española de Bancos de Alimentos.
No había estructura administrativa. Lo único que se contabilizaba eran los kilos que entraba y salían y una cuenta de Banco que era quien realmente llevaba la caja. Éramos tan sólo en total 9 voluntarios y una secretaria. A mi llegada cree toda la estructura administrativa y empecé a editar una Memoria anual. A partir de ahí se fue incrementando los voluntarios, todos con dedicación y desinteresadamente, llegando en este año a más de 60 voluntarios.
El BAH tuvo un revulsivo en el año 2012 con la entrada como Presidente de Juan Manuel Diaz Cabrera, y con la gestión que llevamos hasta el día de hoy creo que el Banco de Alimentos de Huelva es uno de los mejores gestionados de España.
Para mí, es la mayor alegría y satisfacción el pertenecer al Banco por su labor humanitaria.
P. Qué debe hacer un lector que este leyendo esta entrevista y quiera ser voluntario.
R. Pues ponerse en contacto con nosotros directamente, y estaremos encantados de recibir su aportación, ya sea ayudando con la gestión o económicamente.
P. ¿Qué personas y qué se necesita para ser beneficiaria de un banco de alimentos?
R. A las familias que se encuentran en el índice de pobreza y estar inscrita en una Entidad Benéfica de su zona.
P. Durante tu dilatada carrera profesional y como voluntario habrás conocido a muchas personas. ¿Cuál ha sido la que más te ha impresionado y por qué?
R. A Miguel Maiza Esnaola, que revolucionó la pesca en Huelva, y Juan Manuel Diaz Cabrera, que revolucionó al BAH.
P. Por cierto, si tuvieses la ocasión de compartir mesa y mantel con un personaje del pasado o actual ¿Por dónde pasaría tu elección y qué le preguntarías?
R. Con Miguel Maiza Esnaola, vasco. Y le preguntaría ¿Qué fue lo que le motivó para venir a trabajar a Huelva?
P. No me gustaría dejar en el tintero tu faceta de pintor ¿Cuándo descubre ese mundo lleno de colores, formas y trazos que tanto te apasiona y cómo catalogarías tu estilo?
R. Mis comienzos en la pintura fueron cuando vi una foto de una casa derruida al lado de Instituto de la Rábida del año que nevó en Huelva, y me hizo ilusión el pintarla y de ahí le cogí el gusto a la pintura.
Tiendo a pintar impresionista que es el estilo que más me gusta
P. Se suele decir “qué bien se está cuando se está bien”. ¿En qué momento te encuentras?
R. Con independencia de las atenciones, mis hijos que no me dejan y el disfrute de mis nietos y mi bisnieto, es que después de haber estado siempre con una gran mujer 59 años, mi esposa, te encuentras sólo,… te falta algo.
P. Estamos llegando al final y me gustaría darte las gracias por prestarme tu tiempo. No sé si te gustaría añadir algo más que durante la entrevista no te haya preguntado.
R. Darle las gracias por ofrecerme esta oportunidad sacar a la luz un pequeño resumen de mi vida.