Los bancos de alimentos esperan una recogida más fácil con la ley del desperdicio

LUGO, 23/04/2020.- Voluntarios preparan lotes de alimentos para las familias. . EFE/ Eliseo Trigo

Publicado por: EFE Agro

Belén Delgado

La Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal) espera que la futura ley
contra el desperdicio alimentario les facilite la recogida y el reparto de la ayuda tras
los últimos recortes que han sufrido.
En una entrevista telefónica con Efeagro, el presidente de Fesbal, Pedro Llorca,
destaca que los bancos de alimentos “siempre han sido los grandes abanderados de
la lucha contra el despilfarro” a partir de la recuperación de los excedentes
alimentarios.

“No es de recibo que estemos destruyendo alimentos que se pueden consumir y, para
evitarlo, los productores, distribuidores y transformadores tienen que cumplir con una
serie de requisitos”,  Afirma Pérez Llorca
A su juicio, el proyecto de ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio
alimentario, sujeto a tramitación parlamentaria, les “facilitará” la recogida de
excedentes de la industria y distribución alimentaria.

“Tendremos que firmar convenios de colaboración con las empresas que nos van a
donar”, que deberán establecer las cantidades disponibles y su fecha de caducidad
próxima, apunta Llorca.
De ese modo, los Bancos de Alimentos podrán analizar su capacidad para hacerse
cargo de esos productos y distribuirlo entre las entidades benéficas, que atienden
directamente a las personas necesitadas.
Fesbal está desarrollando una  plataforma  digital con el fin de garantizar el
cumplimiento de la norma y optimizar la gestión de los excedentes, para lo cual ha
recibido una subvención de 1,3 millones de euros con cargo a los fondos de
recuperación europeos.

Cambios en el sistema
Mientras, se estima que los bancos de alimentos dejarán de percibir este año 24
millones de kilos (un 20 % de lo que distribuyeron en 2023) por los cambios en el
sistema de distribución de reparto de ayuda alimentaria para personas vulnerables.
El Fondo Social Europeo Plus (FSE+), que sustituye al Fondo de Ayuda Europea para
las Personas Más Desfavorecidas (FEAD), reemplaza la entrega de alimentos directa
por tarjetas monedero a familias con hijos menores de 15 años, una ayuda que será
distribuida exclusivamente por Cruz Roja.
El sistema deja fuera a más de 350.000 familias y cientos de miles de personas.
Entre ellos hay muchas personas en situación de pobreza sin hijos y sin hogar, explica
el presidente de la federación.
Tanto el Gobierno como las comunidades autónomas, encargadas de gestionar las
tarjetas monedero, están buscando soluciones para evitar que los más vulnerables
dejen de recibir la ayuda alimentaria, empezando por ampliar el periodo de transición.

Foco en campañas y donaciones
“Nosotros no podemos garantizar que vayamos a cubrir a todos los que se quedan
fuera porque dependemos mucho de las donaciones y de las campañas que
seguimos realizando a lo largo de todo el año”, apoyándonos en la responsabilidad
social corporativa de las empresas, asegura Llorca.
En mayo se celebró la Recogida Primavera y -aunque no todavía no disponen de los
datos definitivos- el objetivo era recaudar 4 millones de kilos de alimentos básicos.
El presidente apunta que “da la sensación de que la donación ha bajado un poco”,
entre otros motivos por la infaación alimentaria, que ya impactó en el descenso del  7,5 %  de  los alimentos que se repartieron en con los Bancos de Alimentos en 2023 (un total
de 104,2 millones de kilos).
En Fesbal ya están trabajando en la Gran Recogida de noviembre para “reaccionar
rápidamente y atenuar el impacto negativo que puede tener en las familias esta
situación”.

“No podemos hacer que la sociedad se canse con las campañas. Es fundamental que
la sociedad nos ayude a resolver esta cuestión. Como siempre, estamos poniendo
toda la carne en el asador para atender las necesidades de 1,2  millones  de personas  en situación  precaria”, añade Llorca.
Según sus últimas estimaciones, la recogida física de alimentos ha crecido frente a la
caída de las donaciones económicas y, si bien en la Federación respetan la voluntad
del donante, su presidente reconoce que estas últimas les permiten comprar lo
necesario para evitar la rotura de “stocks” y garantizar más variedad de alimentos.
Llorca resalta la labor de los voluntarios de los Bancos de Alimentos, que reciben la
mercancía, la clasifican por fecha de caducidad y participan en su reparto, vital para
ayudar a ese 9 % de la población española que sufre “carencia material y social
severa”.