Cuando también el frío es solidario
La celebración del Día del Frío nos trae al Banco de Alimentos de Córdoba, buenas vibraciones.
En efecto, desde su fundación en 2003, una de la preocupaciones de los primeros voluntarios era poder contar con medios para poder recibir, almacenar y distribuir producto frescos, refrigerados y congelados.
No fue hasta el año 2018 cuando se montó en las nuevas instalaciones de Campo de San Antón la primera unidad frigorífica de 313 metros cúbicos, en la que fue esencial la ayuda de la Fundación CajaSur. Posteriormente con ayuda de FESBAL y una empresa norteamericana de transportes, se pudo instalar una unidad de congelación de alta capacidad. Para el alto suministro meléctrico de ambas unidades, se han montaron en el Banco dos tandas de placas solares con sus correspondiente acumuladores eléctricos.
Y en estos días se va a dar publicidad a la importante donación de la Fundación INFRICO de Lucena, de la que ya dimos en su día un adelanto, y que como consecuencia directa de este convenio se dona por parte de la Fundación Infrico de 10 equipos congeladores por importe superior a los 50.000 euros, que tendrán como destinatarios el propio Banco de Alimentos y entidades colaboradoras como Asociación Baena Solidaria, Fundación PROMI, Fundación Hogar RENACER Proyecto Hombre Córdoba. Hermanas Clarisas Capuchinas, Asociación Reto a la Esperanza, Caritas Ntra.Sra. Del Rosario y Santa Beatriz de Silva, Comedor Social Virgen de Araceli.
Esta aportación viene como anillo al dedo en esta etapa en la que el Plab B que va a gestionar todas las mermas derivadas de la Nueva Ley del Desperdicio que obliga a los establecimientos a no tirar ni destruir productos alimenticios, abre una nueva y esperanzadora línea de donaciones para la que hay que estar preparados y en la que frío es esencial.