Lidl reduce el desperdicio alimentario con su innovadora bolsa antidesperdicio

Lidl reduce el desperdicio alimentario con su innovadora bolsa antidesperdicio

Un paso hacia la sostenibilidad con la certificación Bureau Veritas

Lidl ha alcanzado un hito importante en su lucha contra el desperdicio de alimentos al evitar que más de 1.500 toneladas de frutas y verduras terminen en la basura durante el primer año de implementación de su bolsa antidesperdicio. Esta innovadora medida se suma a una serie de acciones que la cadena de supermercados ha adoptado para cumplir sus ambiciosos objetivos de sostenibilidad y reducción de residuos alimentarios, todo dentro de su plan de responsabilidad social corporativa.

La bolsa antidesperdicio de Lidl se ha convertido en un producto popular entre los clientes que buscan reducir su impacto ambiental y al mismo tiempo adquirir productos frescos a un precio asequible. Disponibles por solo tres euros, estos packs contienen hasta cinco kilos de frutas y verduras que, aunque perfectamente comestibles y de buena calidad, no cumplen con los estrictos estándares estéticos del mercado o provienen de envases con ligeros desperfectos que no afectan al contenido.

La directora de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de Lidl, Michaela Reischl, ha explicado que la cadena se ha comprometido a reducir el desperdicio alimentario a lo largo de su cadena de valor en un 30% para 2025 y un 50% para 2030. La bolsa antidesperdicio es solo una de las muchas medidas que Lidl ha implementado para alcanzar estos ambiciosos objetivos, pero su impacto ha sido significativo en su primer año de funcionamiento. Además, la reciente certificación, otorgada por cuarto año consecutivo por Bureau Veritas, respalda los esfuerzos de la cadena en la gestión sostenible de sus recursos.

La importancia de esta certificación no puede subestimarse. Bureau Veritas, una de las principales entidades certificadoras del mundo, verifica que las acciones de Lidl para reducir el desperdicio de alimentos son efectivas y están alineadas con los estándares internacionales de sostenibilidad. Este reconocimiento consolida a Lidl como líder en la lucha contra el desperdicio de alimentos, y pone de manifiesto que sus acciones no solo benefician a la cadena, sino también al medio ambiente y a la sociedad.

Otra de las iniciativas destacadas de Lidl en su compromiso contra el desperdicio alimentario es la donación de alimentos a bancos de alimentos y organizaciones no gubernamentales locales. En el último año, Lidl ha donado más de 1.700 toneladas de alimentos que, aunque no fueron vendidos en sus tiendas, seguían siendo perfectamente comestibles. Esta acción asegura que los alimentos lleguen a quienes más los necesitan, cumpliendo una función social crucial mientras se evita que grandes cantidades de comida terminen en vertederos.

El compromiso de Lidl no termina con las donaciones. La cadena también ha implementado descuentos de entre el 30% y el 50% en productos próximos a su fecha de caducidad, permitiendo que los clientes adquieran alimentos a precios reducidos y al mismo tiempo se reduzca la generación de residuos. Además, los excedentes de productos de alimentación seca son transformados en harina para pienso animal, lo que demuestra un enfoque integral hacia la sostenibilidad, abordando no solo el desperdicio de alimentos, sino también la reutilización de los mismos para otros sectores.

La bolsa antidesperdicio no solo ha ayudado a reducir el desperdicio alimentario, sino que también ha beneficiado a los clientes de Lidl. Este producto se ofrece por tres euros y contiene hasta cinco kilos de frutas y verduras que, aunque no cumplen con los estándares estéticos, son de excelente calidad. Estos packs brindan una alternativa económica y ecológica para las familias, ya que les permiten acceder a alimentos frescos a un precio reducido y, al mismo tiempo, contribuir a la reducción de residuos.

Además, Lidl ha decidido donar el 100% del valor recaudado por la venta de estas bolsas al Banco de Alimentos, una iniciativa que la cadena llevará a cabo por segundo año consecutivo. Esta donación se realiza durante la Semana contra el Desperdicio, liderada por Aecoc, que se celebra del 23 al 30 de septiembre. Durante este evento, Lidl destinará todo lo recaudado a la compra de alimentos de primera necesidad para las personas más vulnerables, contribuyendo así a paliar la inseguridad alimentaria en las comunidades donde opera.

La participación de Lidl en la VII edición de la Semana contra el Desperdicio organizada por Aecoc es otro ejemplo de su compromiso con la sostenibilidad y la concienciación social. Este evento, que busca fomentar la responsabilidad compartida en la reducción del desperdicio alimentario, ha contado con la participación de empresas, instituciones y consumidores que trabajan juntos para poner en valor los alimentos y promover su consumo responsable.

Durante esta semana, Lidl se ha comprometido no solo a donar el valor de sus bolsas antidesperdicio, sino también a llevar a cabo campañas de concienciación en sus tiendas para educar a los consumidores sobre la importancia de reducir el desperdicio de alimentos en sus hogares. A través de esta iniciativa, Lidl espera inspirar a sus clientes a adoptar hábitos más sostenibles y a reflexionar sobre el impacto que sus decisiones de compra pueden tener en el medio ambiente.

Lidl ha adoptado un enfoque integral en su lucha contra el desperdicio alimentario, implementando una serie de medidas que abarcan desde la gestión interna hasta la educación del consumidor. Además de la bolsa antidesperdicio y las donaciones a bancos de alimentos, la cadena ha puesto en marcha una política de venta de panes y hogazas del día anterior a un precio reducido de un euro. Este enfoque no solo reduce el desperdicio de productos frescos, sino que también ofrece a los clientes una opción económica para adquirir alimentos de alta calidad.

La implementación de estas medidas ha sido verificada por Bureau Veritas, que ha auditado rigurosamente todas las acciones de Lidl para gestionar y reducir el desperdicio alimentario. Desde el control de fechas de caducidad hasta la correcta separación de productos para donación, Lidl ha demostrado ser una empresa comprometida con la sostenibilidad y la reducción de su huella ambiental.

Con el objetivo de reducir el desperdicio alimentario en un 50% para 2030, Lidl continúa explorando nuevas formas de mejorar sus prácticas sostenibles. La bolsa antidesperdicio ha sido solo el primer paso en este ambicioso plan, y la cadena ya está trabajando en nuevas iniciativas que promuevan el consumo responsable y reduzcan aún más el impacto de sus operaciones en el medio ambiente.

Además, Lidl seguirá participando activamente en eventos como la Semana contra el Desperdicio, colaborando con otras empresas y organizaciones para fomentar una mayor concienciación sobre el valor de los alimentos y la necesidad de su correcta gestión.

Lidl ha demostrado ser una empresa pionera en la lucha contra el desperdicio alimentario, con iniciativas como su bolsa antidesperdicio y las donaciones a bancos de alimentos. Estas acciones no solo han permitido evitar el desperdicio de miles de toneladas de alimentos, sino que también han beneficiado a sus clientes y a las comunidades en las que opera. Con un enfoque integral hacia la sostenibilidad, Lidl sigue liderando el camino hacia un futuro más responsable y consciente.