Tomado de ABC CORDOBA
A menudo buscamos grandes hazañas, proezas que iluminen tanto quehacer a ras de tierra y que den la certeza de poder vencer problema que parecen insuperables. Una madre sin recursos, que recogía alimentos sobrantes de los supermercados de Arizona para dar de comer a sus hijos y un feligrés comprometido. que supo ver más allá de esta situación, hicieron posible, hace casi 60 años, el primer Banco de Alimentos. La intuición de su creador, John Van Hengel, fue brutal: canalizar los excedentes alimentarios para satisfacer las necesidades de los más desamparados. Los fundadores del Banco de Alimentos Medina Azahara de Córdoba se lanzaron en 2003 con entusiasta generosidad, a la tarea para ayudar a personas en situación de pobreza y exclusión en toda la provincia, localizando y distribuyendo alimentos a entidades asistenciales.
Ahora celebra su aniversario con una amplia exposición fotográfica, que recoge esta andadura. Veinte años dedicados a algo tan radicalmente necesario como asegurar la comida diaria y adecuada a personas vulnerables. Una historia de solidaridad con nombres y rostros voluntarios y, también, con números que hablan por sí solos. El listado actual de donantes suma 274 (empresas. supermercados, instituciones y centros educativos). 28.498 personas son atendidas por 248 entidades que reparten los alimentos: asociaciones asistenciales, comedores benéficos, ayuntamientos, centros asistenciales, comedores sociales, todas la cáritas parroquiales, conventos, iglesias evangélicas, diversas asociaciones y residencias de ancianos.
Una pregunta rotunda y vergonzante nos asalta: ¿cómo es que, aún hoy. hay personas que pasan hambre? Paro, trabajo precario, coste de vida, crisis, enfermedad, discapacidad,. desmembración familiar que aboca a la soledad, el individualismo, que no reconoce a nadie como prójimo, y otras muchas son sus complejas causas. Las tan desarrolladas sociedades actuales se muestran ineficaces para curar esta herida, Entre tanto, hay quien se remanga y se pone en movimiento, sin temor y con pasión. voluntarios, anónimos y valiosos, que dan de comer, entregan dignidad. dan vida. Es lo que hace banco de alimentos, acortar la culpa de nuestro mundo injusto por su acción solidaria que nos hace mejores.
¡Enhorabuena y felicidades!