El Plan B de los Bancos de Alimentos quiere terminar con el desperdicio alimentario
La idea es crear un nexo entre los donantes, la cadena alimentaria y las entidades beneficiarias a partir de un nuevo modelo
Muchísimos alimentos se pierden. Solo en 2023 se desperdiciaron 2.890 millones de kilos. El 44% del total, unos 1.271 millones, corresponden al sector agrícula, industrial y distribución. Para evitar esas cifras, los bancos de alimentos llevan haciendo durante años una labor de gestión y de recuperación. En los últimos seis han conseguido recuperar 471 millones de alimentos de esos sectores que, “en cualquier otro caso, irían a la basura”. Fueron 79 millones el último año, un 6% del total. Para llegar al 94% restante, acaban de lanzar PlanB, un proyecto que pretende optimizar la cadena de donación.
Así lo ha explicado este martes José Manuel Marco, responsable del proyecto. La idea es crear “un potente nexo entre donantes y entidades beneficiarias” a partir de un nuevo modelo de prestación de servicios, “en beneficio de todos los miembros de la cadena alimentaria”.
Marco asegura que el proceso de donación con PlanB es más fácil e intuitivo: cuenta con una plataforma digital propia que, además de simplificar el proceso, evitando cuellos de botella, cadenas de correos electrónicos o llamadas que no llevan a ningún sitio, permite contar con la trazabilidad de cada contribución realizada. Así sabrán desde dónde sale cada alimento, cuál es su estado y cuál de sus 7.000 entidades benéficas auditadas lo dona, lo que responde a las nuevas formas de trabajar que exigirá la futura puesta en marcha de la ley de pérdidas y desperdicio alimentario.
54 Bancos de Alimentos involucrados
El proyecto cuenta con la participación de 54 Bancos de Alimentos y una amplia red de contactos con entidades benéficas. Todos trabajarán de la misma manera. Esto, explica el director de PlanB, garantiza que las donaciones lleguen a quienes más lo necesitan en todas las regiones de España.
“Estamos haciendo mucho, pero queremos hacer más. ¿Por qué? Porque desgraciadamente la pobreza alimentaria está aumentando en nuestro país. Y el impacto y la conciencia sobre el medio ambiente aumenta cada día más. Somos más conscientes de que tenemos que cuidar nuestro planeta”, asegura Marco.
Asimismo, el proyecto responde a la necesidad de incrementar el número de donaciones para cubrir la carencia de más del 26% de los alimentos que recibían del programa FEAD, el Fondo Europeo de Ayuda a los Más Necesitados, que ha desaparecido.
De cara a animar a las empresas, Marco recuerda que los Bancos de Alimentos se distinguen por ser la única organización que ofrece un certificado de desgravación fiscal a los donantes. Es decir, que además del fin social que tiene estas donaciones, podrán obtener beneficios fiscales. Todo son ventajas.