El tercer sector reclama inversión social y políticas que huyan del asistencialismo
Las entidades sin ánimo de lucro alcanzan un volumen económico de 14.000 millones de euros
Estos colectivos buscan influir en la legislación y que se tenga en cuenta a las personas
La relevancia del tercer sector y sus necesidades centraron la presentación de la decimoquinta edición del Anuario Económico de Diario CÓRDOBA. La propia publicación, que desgrana la realidad económica de la provincia, reserva en esta ocasión un capítulo para analizar la relevancia que tiene el tercer sector en la potenciación de una economía más justa y en el desarrollo de sociedades con una mayor igualdad de oportunidades.
Fue, precisamente, Poyato Roca quien ahondó en la realidad del tercer sector, para el que pidió inversión social y políticas no paternalistas, sino medidas encaminadas a la autonomía e independencia de aquellas personas a las que este ámbito se dedica. El presidente de la plataforma explicó que, a pesar de que el tercer sector sea un concepto reciente (la ley que lo ampara se aprobó en 2015), a día de hoy está formado por 600.000 personas que generan empleo y cuya labor supone el 1,4% del PIB nacional. El volumen económico que genera, detalló, llega a los 14.000 millones de euros.
La realidad de las empresas de este sector aborda una población amplísima, más aún en un escenario de inflación donde, según los últimos datos, recordó Poyato Roca, hay hasta 9,7 millones de personas en España que viven en una situación de pobreza. De ahí que el tercer sector se marque unos retos y reclame una serie de objetivos que tienen que ver con la inversión social. Como apuntó el presidente de la citada plataforma, «hay que poner medidas para estas personas, pero no desde un punto de vista paternalista o asistencial». Las soluciones que se ponen encima de la mesa tienen que ver con fomentar el empleo, la autonomía, la dependencia, la accesibilidad… De este modo se pretende que «lo económico se mueva, porque si eso no se mueve poco vamos a hacer», indicó Poyato Roca.
Sobre la inversión social, afirmó que «es una buena herramienta para poder sacar de la pobreza a mucha gente, para hacerla empleable o autónoma». Y para que eso pueda conseguirse existen una serie de retos en el horizonte.
Los retos del tercer sector
Afianzar el diálogo civil es uno de los objetivos que se marca el tercer sector. Como señaló Poyato Roca, «queremos influir en lo que se legisla para que lo que se saque tenga un impacto lo menos negativo posible en la vida de las personas». En este punto, agregó que, «independientemente de quien gobierne, vamos a hablar con ellos y con quien tenga representación». El reto de la sostenibilidad también aparece en esta agenda desde el plano en que «no podemos tener una dependencia de la administración pública». En este punto el presidente de estos colectivos amplió ese concepto de huir de lo asistencial, del «atender por atender o el abrazar por abrazar». La clave está, opinó, en «un buen rigor» en los proyectos que se diseñan para estas personas y también en contar con las empresas.
Sobre esto último sí cabe destacar que son las empresas quienes más aportan a este gremio. Poyato Roca informó de que ese gran volumen económico generado por el tercer sector «no viene de la administración pública porque sería inviable. Viene de la generosidad de la ciudadanía y de muchas empresas que en este país tienen responsabilidad social corporativa».
Más objetivos
En ese listado de objetivos que el tercer sector se marca también aparecen la firma de un pacto de trabajo coordinado con la Administración General del Estado y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y el influir en las políticas europeas. En este sentido, Poyato Roca evidenció que no existe en un Europa una plataforma única que aglutine a las empresas de este sector, por lo que entiende que existe una buena oportunidad para que España lidere esa unión.