PRIMEROS ARCONES PARA LA CLAUSURA

Júbilo, gran júbilo el que percibimos ayer al visitar a las monjas Capuchinas en su convento de clausura, para comprobar la instalación del primer arcón congelador donado por la empresa INFRICO.

Estas monjas sobreviven en gran parte gracias al trabajo de elaborar productos alimenticios, en sus instalaciones, que después venden al público, y estas monjas además han sido beneficiarias entre otras diez instituciones asistenciales y de beneficencia, de la espléndida donación de la empresa de frío lucentina, que ha encargado al Banco de Alimentos de Córdoba de su distribución entre las entidades colaboradoras que más lo necesitan para desarrollar su labor asistencial.

Esta visita a la primera instalación completada, de la que también se ha hecho cargo INFRICO, nos confirma que la elección ha sido bien hecha, y las sucesivas instalaciones de las que iremos dando cuenta, así lo irán demostrando.

Nos apetecía mostrar este avance porque esta línea de ayuda fortalece el trabajo de las ONG que se dedican a ayudar a los necesitados, tarea para la que es imprescindible, además de solidaridad,  logística y medios materiales adecuados para desarrollarlas