Una lacra que no retrocede
Las entidades sociales se rebelan contra el estancamiento de la pobreza en Córdoba
La red EAPN organiza una jornada para poner el foco en la necesidad de avanzar desde el asistencialismo a la justicia social mientras Cruz Roja propone planes de empleo para paliar la creciente vulnerabilidad

La pobreza más extrema se da en las situaciones de sinhogarismo, pero no es la única. / Manuel Murillo
Pobreza estancada es un concepto que alude a la situación de pobreza, prolongada en el tiempo, que no disminuye o que empeora a pesar de las medidas y los esfuerzos para combatirla. Coincidiendo con el Día Mundial por la Erradicación de la Pobreza, las entidades sociales de Córdoba se han unido para alertar sobre el estancamiento de la pobreza en la ciudad, una realidad enquistada en muchos barrios que no solo se muestra en las personas en situación de sinhogarismo sino, cada vez más, en trabajadores cuyos ingresos reducidos les impiden llegar a fin de mes.
Con el objetivo de visibilizar esa realidad y buscar nuevas fórmulas para luchar contra la pobreza estructural, la red provincial EAPN, que engloba a una veintena de entidades sociales, ha organizado este viernes la primera Jornada sobre Pobreza, Del asistencialismo a la justicia social: compromiso colectivo.
Mesa de debate y grupos de trabajo
Desde las 10 y hasta las 14.30 horas, la biblioteca Grupo Cántico acogerá una mesa redonda con expertos como José Esquinas, Rosa Blanco y Azahara Palomeque, que abordarán el tema desde distintos puntos de vista. El debate inicial aportará material para el trabajo posterior de las entidades sociales, que se repartirán en cuatro grupos, sobre Modelo de futuro o Utopía, Juventud y retroceso en derechos, Medio ambiente y conciencia social y Derechos y Justicia social. La coordinador provincial de la red, Sadia Ur-Rehman, trabajadora de la fundación Cruz Blanca, explicaba ayer que la pobreza es una lacra que padecen miles de personas en Córdoba y provincia y «a pesar de los leves signos de mejoría que a veces se puedan percibir, lo que se está haciendo es insuficiente». Para las entidades de la red, «es necesario un mayor compromiso tanto de las administraciones como de la ciudadanía en general para que la pobreza no se normalice y acabar con ella se convierta en una cuestión de justicia social».
El estudio presentado ayer por la red a nivel nacional muestra las desigualdades entre regiones y la brecha norte y sur, señalando a Andalucía como una de las regiones con mayor porcentaje de población en riesgo de pobreza y exclusión social.
El responsable de extrema vulnerabilidad de Cruz Roja en la provincia, Ángel Córdoba, coincide en que «la pobreza en Córdoba está estancada, no avanza pero tampoco retrocede» y que existe una bolsa de pobreza formada por los casos más extremos de personas que viven en la calle «con picos de crecimiento como el del pasado verano», y familias con empleo que desde la pandemia, con el aumento de los precios, el porcentaje que destinan al pago de la vivienda y los salarios precarios no pueden ahorrar y en muchos necesitan ayuda para sobrevivir. Esta realidad no significa que la demanda de ayudas de emergencia se haya disparado. «Hay una evolución lineal y una cronificación de la pobreza muy preocupante que se extiende por toda la ciudad », advierte, «el reparto de tarjetas o de ayudas a las familias no se concentra en las zonas vulnerables, hay familias en situación vulnerable en todos los distritos».





